Ione Belarra, flamante nueva ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030. Casi nada: el mismo ministerio que regía su idolatrado Pablo Iglesias. La cartera que más puede desear una persona de izquierdas o que tenga un cierto sentido de la justicia social. Hoy fue su primer Consejo de Ministros. A sus 33 años, madre reciente, allí sentada con veteranos del calibre de Manuel Castells; con amigas de estudios como Irene Montero; con gente de mucha historia como Carmen Calvo; con el astronauta Pedro Duque; y tengo que decirlo, ministra: Margarita Robles.
Fue muy sonado su encontronazo, cuando usted le dijo que ella era una adulada por la derecha mediática, y Robles le contestó que sabía que usted existía porque escribía tuits. ¿Qué se habrán dicho esta mañana? Bueno, que esas cosas se dicen en política, que ahora estamos en el mismo barco. Pero a mí permítame, Ione, que le diga que usted y la ministra de Defensa representan hoy las dos almas enfrentadas en el gabinete en las discordias. Y lo de ahora, Ione, lo de ahora fue sentarse en su despacho y encontrar una lista de desafíos descomunales. No sé distinguir muy bien su tarea de la de Irene Montero, como no sea por las cuestiones de género y sexo, porque el suyo también es un ministerio de Igualdad.
De usted dependen los Servicios Sociales, ese enjambre donde tantos políticos se pierden. Y los cientos de miles de personas que tienen que comer en comedores sociales. Y las residencias de mayores, que su antecesor no tuvo tiempo de visitar y por eso la esperan mucho más a usted. Y el mundo de la dependencia, 360.000 personas en lista de espera. La España de las necesidades. La España de las injusticias. La España de los pobres. Los derechos de quienes nunca tuvieron derechos.
Todo eso depende de usted, Ione. Ione Belarra, la chica de Pamplona que en 5 años pasó de diputada a secretaria de estado y al sexto año pasó de secretaria de estado a ministra. La negociadora con fama de dura que tendrá que vérselas con la ministra de Hacienda, porque no sé si hay dinero para tanta tarea. Le deseo suerte, ministra. Al margen de ideologías, cuando termine usted su mandato, si ha triunfado, es que España será un poco más justa.
