Gobierno y banca han revisado este lunes la marcha del acuerdo alcanzado hace un año para aliviar los problemas de la escalada de los tipos de interés, especialmente las hipotecas.
Un año después el panorama es esperanzador: la morosidad ha bajado, el endeudamiento hipotecario de las familias también ha descendido gracias a que han destinado parte del ahorro a amortizar créditos, y el valor de las casas se ha mantenido.
Esta evolución tiene mucho que ver con que el empleo ha seguido fuerte y las familias con problemas han encontrado respaldo en su identidad. Pero como decíamos días atrás lo que hace ser más optimistas es que la inflación ya está cerca del 2%, lo que ha permitido al Banco Central Europeo (BCE) levantar el pie del acelerador de los tipos de interés.
El Euríbor a un año, que en junio pasado superó el 4%, va camino de terminar este mes con un 3,7% de media. Esto sí que sería un buen aguinaldo, puesto que supondría que todas las hipotecas que revisen a partir de abril paguen menos.
