La muerte de Martí Estela, de 28 años y portero del Club Natació Barcelona, ha conmocionado al waterpolo español. El joven deportista falleció el pasado 17 de diciembre en un accidente de moto.
El portero de waterpolo circulaba en su moto cuando en un cruce impactó con un vehículo. Aunque el accidente fue leve, salió despedido de la moto e impactó contra una barrera de hormigón causando la muerte en el acto.
El suceso ha despertado la polémica en Barcelona, pues los ciudadanos cuestionan estos muros que el Ayuntamiento de la ciudad ha colocado para que los bares y restaurantes puedan disponer de un mayor espacio para sus terrazas.
Tres días después, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau publicó en sus redes sociales una amplia reflexión en la que insistió: "El hecho de que haya elementos de protección para peatones en la calle no demuestra que estos sean peligrosos, sino todo lo contrario. Los vehículos de motor son los principales implicados, y por tanto tenemos que reducir la velocidad en la ciudad proteger los espacios peatonales".
El abogado de la familia, Daniel Vosseler, remarcó que llegará "hasta el final para que todas las barreras de hormigón sean retiradas de las calles de Barcelona y se deje de poner en riesgo la seguridad de los motoristas, patinetes y ciclistas".
Martí Estela empezó en natación bien pequeño y, por su altura y envergadura, decidió pasarse al waterpolo, deporte en el que tuvo un gran éxito en las categorías inferiores, pues fue subcampeón del mundo en 2011 con la Selección Española.
Además, su pasión por la cocina le llevó a trabajar en restaurantes con Estrella Michelin y a plantearse el abrir, en un futuro, su propio restaurante.