Para al menos un par de generaciones de niños españoles la primera aproximación a la prehistoria fue con los Picapiedra, aquella familia que vivía en la Edad de Piedra pero que tenía todos los tics de una familia de los años 50 del siglo pasado.
Luego llegaron los libros de texto, las películas, las clases de historia en la escuela y los museos, pero siempre nos hablaron del hombre de las cavernas. Se ha ido construyendo un relato de la prehistoria en el que no están las mujeres.
La catedrática de prehistoria y vicerrectora de la Universidad de Granada, Marga Sánchez Romero, ha publicado el libro 'Prehistorias de mujeres', en el que analiza el discurso que se ha hecho históricamente sobre las mujeres en el pasado. Casi cinco meses después de su publicación se ha publicado ya su cuarta edición.
La autora asegura que a la "sociedad patriarcal" le ha interesado desde siempre borrar a las mujeres de la historia. "Esta sociedad funciona a través de desigualdades. El discurso histórico ha sido muy importante para generarlas porque se dice quién hace las cosas importantes y, por tanto, quién tiene más valor y quién no tiene valor porque no está en la historia y no ha hecho nada relevante", explica.
Romero ve uno de los principales problemas en la ausencia de referentes. "Cuando entran a un museo y ven hombres en primer plano, haciendo las actividades que se han considerado importantes y a las mujeres en una posición secundaria. Los chicos entran y ven a señores que se parecen no a ellos pero sí a su padre, su abuelo, su tío... Las niñas no ven esos referentes, no están".
