Palma de Mallorca ha vivido una gran temporada veraniega en la que se han vuelto a alcanzar niveles de años anteriores a la pandemia. Después de sufrir mucho durante los dos últimos años, el alcalde de la ciudad, José Hila, asegura que no tienen la urgencia de buscar otros sectores que explotar aunque "la pandemia demostró que no podemos vivir de un solo sector y depender de él del todo, porque si se cae quedas totalmente vendido y expuesto".
Uno de los principales problemas de la isla en los últimos años había sido el crecimiento del turismo de excesos. Hila asegura que este año se ha hecho un trabajo de prevención junto con los hoteleros y la policía para poner remedio a esto. "Nosotros solo queremos turistas cívicos, a los incívicos no los queremos. Se ha sido muy estricto y hemos tenido una temporada buena y tranquila".
Este año, además, se ha inaugurado un vuelo directo que conecta la isla con Nueva York que "ha sido un éxito" porque atrae a un tipo de turismo "que nos interesa, de alto poder adquisitivo, que es el que queremos".
