Anna Grau comenta que “malos, malos, de veneno hay pocos, pero buenos también hay pocos.” Establece que la mayoría tiene una mediocridad moral, pero que no basta con hacer nada malo para ser bueno. Dice, “como no se puede juzgar a todo el mundo se eligen a algunos”.
Por otro lado, Elisa Beni explica que “realmente mucha de la gente que colaboró en puestos intermedios eran simplemente personas grises que se dejaron llevar”. Cree que hay momentos en la que los seres humanos tienen en la moral un “punto muerto” en el que pueden ir hacia abajo arrastrados por personas malas.
Y Julián Casanova añade que “lo que ocurre hoy, es producto de un nuevo escenario”, declara que hay un silencio después de la Segunda Guerra Mundial, pero después de la Guerra Fría se empiezan a descubrir todos los hechos. Comenta “si no hubiese existido un cambio en la mentalidad de todo esto no se habría llegado a producir ningún juicio”.