La pandemia ha sacado a la luz un debate que lleva mucho tiempo entre nosotros y es que parece que solo los expertos o especialistas pueden opinar, mientras el resto debe abstenerse de hacerlo, a pesar de que pueden tener comentarios interesantes que hacer.
Sin embargo, en las grandes empresas tecnológicas cada vez buscan más filósofos o personas de humanidades, ya que cuentan con inventos muy novedosos que deben introducirse en la vida cotidiana del resto. ¿Solo pueden opinar los expertos? ¿Qué se debe hacer? Lo analizamos con Elisa Beni, Noelia Adánez y Juan Soto Ivars.
Soto Ivars considera que es necesario que los expertos participen en la política porque deben llevar su área de especialización al ámbito público, pero esto implica que "haya desaparecido el 'mito del hombre del Renacimiento' que sabía de todo". Añade, que ahora la sociedad tiene demasiados conocimientos y "debe especializarse".
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Por su parte, Adánez explica que siempre se ha dicho que las humanidades deben supeditarse a las ciencias, aunque esto ya se resolvió en el ámbito académico cuando se decidió que ambas disciplinas trabajarían juntas. Además, indica que ahora los políticos reciben críticas por "hacer demasiado o nada de caso a los expertos" y hay que encontrar el punto medio.
