Ana Vega, la Biscayenne nos habla de los huevos fritos. Todos pensamos que son muy fáciles de hacer y la Biscayenne nos viene a demostrar que eso no es cierto. Este producto tiene su complejidad si se quiere hacer correctamente.
Hablamos un poco de la historia del huevo frito. En 1162 hay constancia de que ya se empezaba a hablar de los huevos. Una de las primeras referencias escritas es la del filósofo cordobés, Averroes. En una de sus obras escribió sobre medicina, en el que dice literalmente: "los huevos cuando se fríen en aceite son muy buenos pero el aceite tiene que ser nuevo con poca acidez y de aceitunas". Más tarde a los huevos fritos se les conocía como huevos estrellados.
Por otro lado, conocemos algunos trucos de los oyentes para cocinar bien un huevo frito.
En 1890 Angel Muro, periodista, ingeniero y gastrónomo, nacido en Madrid, se hizo famoso porque empezó a escribir columnas acerca del arte culinario que se repitió en muchos periódicos de España. Llego a sacar un diccionario de cocina, un recetario. A este periodista le parecía un producto tan básico que su primera conferencia culinaria se dedicó a explicar como él entendía como había que fréir un huevo frito. Los trucos de Angel Muro fueron:
- Tener una sartén grande con abundante grasa (mejor con aceite que con manteca)
- Una temperatura adecuada para que no se quemara el aceite
- Hacer los huevos de uno en uno
- Y el truco que más relevancia ha tenido es el de romper el huevo en un sitio aparte no en el aceite y separar la clara de la yema. Para conseguir que la clara se haga un poco más y la yema esté en su punto
