Hablamos de la ganadora del Premio Nadal en 1944 por su obra "Nada", Carmen Laforet y de su amistad con la tenista y primera mujer en participar en unas Olimpiadas, Lili Álvarez.
Ambas se conocen de una manera casual en una casa de un amigo en común. En ese primer encuentro, Álvarez leyó un texto y Carmen se interesó por ella. "Se quedaron fascinadas la una con la otra", ha apuntado Adánez. "Carmen tenía gancho y Lili era arrolladora", ha proseguido.
Por aquel entonces, Carmen estaba embarazada de su cuarto hijo con 29 años y Lili tenía 46, estaba divorciada, había perdido su único hijo y profesaba un catolicismo hondo y complejo.
La tesis de Noelia Adánez es que son dos mujeres hartas de un mundo de hombres: "Carmen está harta del mundo literario dominado por hombres y Lili cansada de una España oscura donde la religión sirve para que las mujeres estén enjauladas en sus casas. Ellas construyen un mundo de mujeres para ellas dos. Una relación de mujeres para mujeres".
¿Ocurrió algo más que amistad entre ellas?
El matrimonio de Laforet
Laforet publicó "Nada" con 21 años y tuvo problemas para gestionar el éxito. Justo cuando empezó a promocionar el libro, se casó con el crítico y editor, Manuel Cerezales.
"La relación entre ellos no fue fácil. Era una escritora y un crítico en una época donde las relaciones de género tenían una lógica bastante fácil de desentrañar en la España franquista. Se entiende que siempre hubo un intento de tutela por parte de él en la producción artística de Carmen. Mientras, ella quería vender una vida independiente. El mandato fue más tétrico porque Manuel le dijo a Carmen que no escribiera nada que dejase ver la relación de ellos dos y era una escritora que partía de ella misma", ha contado Adánez.
