Hola Iván, soy Wendolin una vaquita marina del mar de Cortés, en Mexico, aunque a mi especie nos digan vaquitas, somos una especie de cetáceo similar a las marsopas, como un delfín pero chiquitico y chato.
No sé si sabes que quedamos aproximadamente ocho ejemplares en todo el mundo, como lo oyes estamos a punto de extinguirnos y poca gente lo sabe.
Medimos 150 centímetros y podemos llegar a pesar 60 kilos, pero por algún motivo, no debemos de ser muy atractivas para los seres humanos. porque van a permitir que nos extingamos sin darnos importancia, todo por la sobreexplotación del mar y sus recursos.
Nosotros las vaquitas no somos el objetivo de los criminales, somos solo un daño colateral, ese eufemismo llamado pesca incidental, que se lo lleva todo por delante.
Si en 1997 existían casi 600 vaquitas, en 2016 éramos solos 60. Solo un año después, cayeron a la mitad.
Por aquellos tiempos el mercado chino se daba cuenta de que la totoaba, endémica de las mismas aguas que nosotras las vaquitas, se asemejaba mucho a un pez utilizado en su medicina tradicional que se extinguió por sobreexplotación.
Y como ya lo extinguieron, porque su vejiga natatoria decían los chinos que era afrodisiaca y se llega a pagar por ella hasta sesenta mil dólares, pues han empezado ahora a extinguir a la totoaba y de manera incidental a nosotras las vaquitas.
Donde se pone el dinero por medio, la cosa está perdida, los delincuentes organizados ven más sencillo exterminarnos y poder pescar tranquilos y sin restricciones.
Se despide de vosotros, Wendolin, la vaquita marina del mar de Cortés.
