Según publica La Voz de Galicia, la pequeña tenía lesiones en la boca y en determinadas partes del cuello y la cara, que podrían deberse a una asfixia mecánica.
Se investigan si pudo ser intoxicada previamente para evitar que se resistiera. Para ello, se está analizando el contenido de una botella con líquido de color negruzco por si pudiera ser un cóctel de pastillas mezcladas con cola.
Según relata el diario, la niña la noche de los hechos durmió con su madre y, bajo la cama se halló un pijama con restos de sangre.
La madre sigue ingresada bajo vigilancia en la Unidad de Psiquiatría del Hospital de Lugo.