La costa de Castellón suscita infinidad de sensaciones a los viajeros que la visitan. Podemos elegir cualquier tipo de playa, pero siempre con la seguridad de que contarán con unas aguas de gran calidad y multitud de servicios. Cuenta con 33 banderas azules otorgadas y verificadas por Europa. Playas como Benafeli de Almassora o l’Arenal de Burriana, son algunas de las que cuentan con esta distinción. Así pues, el turismo es una pieza esencial en la economía de la provincia, como nos cuenta el economista Enrique Domínguez.
Por su parte, el turismo rural deja una media de 82 euros por persona y día en la Comunitat Valenciana, según los datos que ofrece el Observatorio de Turismo Rural 2022, un proyecto de investigación sobre turismo rural.
Este gasto incluye el alojamiento por persona y noche, que serían unos 29 euros de media, más el gasto al lugar de destino, que serían unos 53 euros de media y que va dedicado, principalmente, a actividades de restauración, compra de productos locales y ocio.
En el año 2022, Castellón fue la cuarta provincia española con más turismo rural para el día de Nochevieja, con un 75% de ocupación, según datos de la plataforma Escapada Rural.
Por otra parte, la Generalitat Valenciana promueve incentivos con descuentos para visitar municipios de la Comunitat, como en el interior de Castellón con localidades como Morella, que cuenta con buena afluencia de público con regularidad.
En otro orden de cosas, la parte gastronómica también es muy relevante y no solo por la comida, sino por el empleo. Precisamente, durante el verano es cuando se precisa más demanda cualificada, un aspecto que suele mermar la campaña estival por la falta de trabajadores.
El verano no solamente se trata de vacaciones, sino también de trabajar. Y es que junio siempre suele ser un buen mes para el mercado laboral de Castellón. Las cifras de la provincia se cerraron con más de 250.000 afiliados, casi un millar más que en mayo. Para ello hablamos con Javier Gallego, presidente de Introducing Castellón y miembro de Ashotur, patronal turística de la provincia.
La llegada de turistas a las zonas costeras es un clásico verano tras verano. Para este año, en cuanto a visitantes extranjeros la demanda ha crecido un 7% con respecto a 2022 y se prevé que a lo largo de los meses estivales ocupen la costa mediterránea.
En una localidad de costa y emblemática como Peñíscola, que se nutre de un turismo de sol y playa en gran medida, se roza este año el pleno empleo para la campaña estival, además de contar con una oferta variada que atrae visitantes al municipio.
Una localidad que, como en buena parte de la provincia de Castellón, suma eventos como los festivales, para enganchar al público y que revierta en beneficios para la zona. El ejemplo es el festival Peñíscola From Stage, que celebró su cuarta edición entre el 23 de junio y el 2 de julio de este año. Andrés Martínez, alcalde de Peñíscola, habla de una oferta complementaria que refuerza la programación cultural y que congregó a unas 15.000 personas hace unas semanas.
Por su parte, el Rototom es un festival que atrae a miles de personas anualmente. El coordinador del evento, Simoni Firmani, nos cuenta las cifras de usuarios que esperan a pocas semanas de que den comienzo los conciertos.
También el FIB (Festival Internacional de Benicàssim) reunió hace unas semanas a unas 180.000 personas que acudieron al evento a lo largo de cuatro días, donde se dieron cita artistas nacionales e internacionales. Nos lo resume la alcaldesa de la localidad, Susana Marqués.
El turismo en la provincia de Castellón es un elemento vital para la economía de la zona, destacando el turismo de sol y playa durante el verano y el turismo rural durante el resto del año.
Los festivales de música son un atractivo que conduce a miles de personas cada verano, gracias a eventos como los que hemos comentado y otros como el Arenal Sound, el SOM Festival y otros muchos.
