El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) ha desestimado el recurso contra la paralización del derribo del edificio de Nuevos Riegos El Progreso, presentado por el Ayuntamiento de Elche y propietarios, y obliga a la protección de la fachada y la realización de catas arqueológicas.
De esta forma, el TSJCV da la razón a la Conselleria de Cultura que, en 2018, ordenó la paralización cautelar de la demolición del inmueble, situado en pleno centro de la ciudad, cuando las obras ya estaban en marcha, por lo que tuvo que ser apuntalado de forma inmediata. También se instó al Consistorio a salvaguardar el edificio y a sus propietarios a hacer catas, lo motivó que se presentaran un recurso dirigido a la Generalitat Valenciana y, posteriormente, un contencioso, que ahora ha resuelto el TSJCV.
El alcalde de Elche, Carlos González (PSOE), ha anunciado este lunes que el Ayuntamiento acatará la sentencia del TSJCV -"la primera impresión que tenemos es que todo indica que está bien fundamentada", ha dicho- y no la recurrirá. "Hemos tenido conocimiento de una sentencia que reconoce el derecho de la Administración Autonómica, de la Dirección General de Patrimonio, a dictar las resoluciones que se dieron hace dos años en relación" a ese edificio, ha señalado González, quien ha añadido: "en este sentido, quiero comunicar que el Ayuntamiento no la va a recurrir". Según ha explicado el alcalde, la idea ahora es reunirse cuanto antes con las partes -propietarios y Dirección General de Patrimonio- para desbloquear la situación del inmueble y "buscar un equilibrio" entre la protección patrimonial, que, según la sentencia, es "imprescindible", y la "necesaria viabilidad económica de la edificación que se tiene que impulsar por parte de la propiedad".
