OPINIÓN

"El Pacto Nacional del Agua no está ni se le espera"

Fermín Crespo, director y fundador de ATAMA Estratégica Responsable critica la falta de apoyo del gobierno central al sector agrario de la provincia

Fermín Crespo

Elche | 28.03.2018 06:00

“Fuese y no hubo nada”. Este fragmento de un conocido verso de Miguel de Cervantes resume la visita que la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, realizó a principios de semana a Elche para pronunciar una conferencia sobre «Políticas de agua y cambio climático: Una oportunidad para el futuro». Su presencia había levantado gran expectación, fundamentalmente en los sectores agroalimentarios, por varios motivos: hacía años que no visitaba esta tierra, estamos atravesando uno de los periodos más secos en décadas, ha llovido lo suficiente en las últimas semanas para activar el Trasvase Tajo-Segura, que lleva once meses sin desembalsar una gota para nuestras sedientas tierras y hay temas como el coste del agua desalinizada y el denominado tasazo, que lastran la competitividad de las explotaciones.

Para no hacerlo tedioso les resumo:

• Hasta el día 3 de abril no se sabrá si hay trasvase, si técnicamente se considera oportunose hará, pero compromisos, los justos.

• El Pacto Nacional del Agua no está ni se le espera.

• Sólo se van a construir nuevos trasvases si hay consenso entre los territorios, o sea, nunca.

• Para paliar el déficit propone los recursos que aporten la modernización de regadíos, la reutilización y la desalación. Si es tan fácil, ya lo podrían haber solucionado hace años.

• La directiva marco europea del agua no permite subvencionar el agua desalada aunque el hectómetro cúbico lo pagan los agricultores a 0,80 euros, varias veces más cara que la del Trasvase y de peor calidad.

• Se mantiene el tasazo por el que los agricultores tienen que pagar el mantenimiento de la canalización del trasvase, aunque no traiga agua.

En el lado positivo, poca cosa, el anuncio difuso de algunas inversiones en mejoras de los regadíos y en las desaladoras de Torrevieja y Mutxamel, así como los planes de lucha contra la Xylella.

Por su discurso intuyo que poca presión ha sentido con la manifestación del día 7 de marzo en Madrid, y menos preocupación ha mostrado por los 26.000 regantes, los 19 millones de árboles frutales, las 57.000 hectáreas de cultivo, los 26.000 empleos directos e indirectos y los más de 1.000 millones de euros en exportaciones, que son las impresionantes cifras del sector agroalimentario en la provincia de Alicante. Un verdadero milagro para la escasez de agua que padece.

Después de escuchar a la ministra estoy convencido de que vamos a vivir otros quinientos años buscando una solución al déficit estructural de agua que acosa nuestra provincia, así que, dado que no habrá solidaridad entre territorios (no la hemos conseguido en la Comunitat Valenciana con el trasvase Júcar-Vinalopó), empecemos a pensar en sacar a la calle a unos chamanes con garantías o a los santos en rogativa, para que sean los espíritus divinos los que den solución al problema, porque los humanos no están por la labor.