El Ayuntamiento de Elche inició a instancias de la Conselleria de Cultura la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana, concretamente en su artículo 17, para extender la zona en la que, ante cualquier obra en el casco histórico, se obliga la realización previa de catas arqueológicas.
Esa modificación, que está aprobada provisionalmente por el Pleno Municipal, no está en vigor dado que, desde el pasado mes de enero, se está a la espera de ser informada definitivamente por la propia Generalitat Valenciana.
El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Elche, José Manuel Sánchez, ha afirmado este viernes que en principio el requerimiento de la Conselleria de Cultura se ceñía a las obras en espacios de titularidad privada, si bien el área municipal que dirige optó por ampliar la iniciativa a espacios públicos.
La situación tiene su miga por cuanto la Conselleria de Cultura ha instado a los propietarios del edificio de Riegos El Progreso a realizar prospecciones arqueológicas para poder emitir un dictamen acerca de si es posible o no derribar el edificio, cuyos trabajos habían comenzado y están paralizados por la propia conselleria.