La marcha nórdica, también conocida como nordic walking nació en los países nórdicos para que los esquiadores de fondo no perdieran la forma física cuando desaparecía la nieve. No en vano fue a principios de los años 1930, cuando en Finlandia el equipo nacional de Esquí Nórdico empezó a entrenar en verano, caminando y corriendo con bastones de esquí. Luego se investigó y distintos estudios de diferentes universidades avalaron sus innumerables propiedades y se empezó a prescribir como un gran ejercicio cardiovascular para luchar contra la enfermedad, la obesidad y la osteoporosis.
Antes de ponerte dos bastones tienes que ser consciente de un par de cosas. La primera que esto no consiste en simplemente andar con bastones, y la segunda, que para hacer nordic walking previamente has tenido que aprender la técnica. A mí me la enseñó José Antonio Sánchez Verona, instructor y dueño y fundador de Global Nordic Walking uno de los portales más activos de esta disciplina, en un curso muy bien explicado de unas tres horas una mañana de domingo en Madrid. Aunque hay muchas técnicas, la más saludable y popular en España es la Alfa que consiste fundamentalmente en darle naturalidad al caminar.
Se hace al aire libre, vestido como para hacer deporte o senderismo, tú eliges, y una vez aprendida la técnica, lo único que necesitas son dos bastones especiales que están hechos de fibra de vidrio y carbono para que sean resistentes, ligeros y capaces de absorber las vibraciones, y que se unen a tu mano por una dragonera. Pueden ser fijos o extensibles para que los puedas llevar donde quieras, por ejemplo para hacer senderismo o realizar partes de las etapas del camino de Santiago de una forma más deportiva. Dicen que esta actividad física, si la practicas de una forma regular, tiene efectos similares al entrenamiento de otros deportes de resistencia. Y es que ejercitas casi el 90 % de los músculos del cuerpo en un mismo movimiento y a diferencia del running, la marcha nórdica no lesiona porque no hay impacto sobre las articulaciones.Y quemas. Vamos si quemas. La estimación es que en una hora un hombre quema unas 600 kilocalorías a una velocidad de 6,5 km/hora, y una mujer alrededor de 450 kilocalorías a la misma velocidad. Además contribuye a la prevención de la osteoporosis, por las vibraciones que produce el bastón al apoyarse que fortalece los huesos. Y sobra decir que libera endorfinas y produce esa sensación de bienestar que uno siente cuando uno hace ejercicio. Y encima lo puede hacer todo el mundo!
A mejor técnica más esfuerzo, si quieres quemar más, te dosificas la velocidad y la intensidad. Tú decides como quieres que sea el ejercicio y cómo quieres hacerlo. Solo o acompañado, por el campo o por la ciudad, en un parque o por las calles… salvo en la alta montaña, por donde quieras. Es perfecto para todos los que no nos gusta correr o nos duelen las articulaciones al hacerlo, pero sobre todo es perfecto para todos los que no les gusta el deporte porque es una forma de hacer un ejercicio bastante potente sin darte cuenta. Marcha Nordica o Nordic Walking quédate con el nombre porque esto será moda.
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Mil besos
