Hay que ser prudentes, porque, salvo que el centro quiera tirar por el váter el dinero que cuestan los productos, la mayoría de estas ofertas, como denuncia la Sociedad Española de Medicina Estética, dan gato por liebre. O se escatima en la mano que inyecta o en lo que se inyecta. Me explico. Los productos de medicina estética solo los puede inyectar un médico, que tiene unos honorarios. Y los productos de medicina estética, bótox, rellenos o tensores, son productos caros. El médico cobre lo que cobra y el vial cuesta lo que cuesta. Así que si el precio es menor pregúntate por qué.
En los últimos meses la profesión médica dedicada a la estética ha dado la voz de alarma. Cuidado con este tipo de ofertas que nadie da duros a cuatro pesetas. Moisés Amselem, formador de médicos y una eminencia en la medicina estética, lo dice claro. El low cost no puede existir en estos temas porque si hablamos de productos serios y no se inyectan las dosis adecuadas, no sirve de nada. No por echarle más hielo al wiski, tendrás más wiski.
Muchas veces la trampa de este tipo de ofertas de bótox o ácido hialurónico consiste en diluir los productos para sacar más cantidad para mas pacientes, reduciendo a la mínima expresión la duración del tratamiento o corriendo el riesgo de que éste pueda ir a zonas no deseadas.
Te recuerdo que en España solo hay tres toxinas botunícas (bótox) permitidas: Vistabel, Azzalure y Bocouture. Asegúrate que es una de las tres porque otras estarían prohibidas. En cuanto a los Ácidos Hialurónicos hay más de 180 en el mercado. Pero que estén permitidos por sanidad solo significa que no dan problemas, no que sean eficaces. Algunos lo son pero al diluirlos tanto el efecto hidratante es tan pasajero como el de una crema y encima te llevas las molestias de los pinchazos a casa. Confirma que se trata de AH y no de otro producto como silicona que por desgracia todavía se sigue poniendo por ahí.
Y por último. Si importante el producto más lo es la persona que te lo inyecta. Pídele el título de médico, la colegiación y como dice el Dr. Amselem, exige que la persona tenga formación en estética. No por ser médico uno conoce las técnicas de rejuvenecimiento y donde pinchar. Hoy en día todos los facultativos quieren dedicarse a la medicina estética, pero no todos valen ni están preparados. Y hasta que se regule la profesión no queda más remedio que ser precavido.Opta siempre por lo más seguro, por profesionales de confianza. Pide la trazabilidad (etiqueta) del producto que te han aplicado. Y como conclusión: que la medicina estética sea la solución y no el problema.
Mil besos