La ciudad ideal sostenible no existe en la actualidad. Hay tendencia y buenas intenciones, pero es sólo una aspiración política y ciudadana en la que se trabaja y debate.
Urge transformar ciudades como Madrid, hay amenazas directas como el cambio climático que lo exigen y el tiempo es limitado. Los expertos proponen actuar sobre varios aspectos fundamentales, empezando por "humanizar" nuestro entorno.
"Madrid ha crecido de una manera insensata, cada vez tiene barrios más dispersos, más homogéneos que nos obligan a ser cautivos del coche", dice Antonio Lucio, experto en movilidad, que propone trabajar porque este modelo, que es el que hemos construido, funcione de la manera más inteligente, con transporte público de calidad, transversal, con aparcamientos disuasorios, carriles bus vao y un uso del coche en clave intermodal.
"No hay que seguir creciendo ni consumiendo suelo" es lo que dice Carlos Martí, director de la revista Ciudad Sostenible. Para él, es fundamental liberar espacio público para los ciudadanos. Cree también que hay que actuar sobre la vivienda antigua, rehabilitando con criterios de eficiencia y sobre la gestión de residuos, fomentando las "3R": reducir, reciclar y reutilizar. Son pinceladas de las propuestas de los expertos que piden a los gestores que les tengan en cuenta. Porque Madrid no es sostenible y aun queda mucho por hacer.
Los expertos consultados por Onda Cero lo tienen claro, la ciudad ideal sostenible "no es aquella en la que los pobres aspiran a comprarse un coche, sino aquella en la que los ricos se mueven en un transporte de calidad", sino la que "considera su territorio un tesoro y no lo malgasta. Crece según demanda y no por especulación" o la que "recupera el estilo tradicional de ciudad compacta, de usos mixtos, diversa, vibrante, es la que tiene ballet de acera".
