En una entrevista en 'La Brúixola' de Onda Cero, el doctor José María Perceval, ha explicado que este gag puede ser "zafio, ramplón o todo lo cutre que se quiera" pero la pregunta es si debe prohibirse porque es "malo". Para él, la respuesta es que no. Además, Perceval entiende que toda la polémica que se ha levantado tiene que ver también con "el campo de la histeria de las redes sociales" y la bronca política. Eso sí, también ha admitido que los medios públicos tienen que tener "una mayor atención para no atacar a personas o grupos débiles ni incitar al odio", ya que deben servir al conjunto de la población.
Para este profesor, precisamente, los límites del humor deben estar en las personas más indefensas y en los grupos más minoritarios, los más débiles "a los que se puede destrozar con un simple tuit". Preguntado por si deben prohibirse los chistes sobre mujeres, homosexuales o minorías étnicas, José María Perceval es más partidario de educar a la sociedad "para que la población no encuentre razones para reírse", "confío más en que la gente acabe aislando al que hace esos chistes". En todo caso, este experto en ciencias sociales y comunicación ha defendido el humor como "una de las formas que tienen las sociedades democráticas de autorregularse, de mejorarse y de criticar sus defectos" y es el elemento que las separa de las sociedades autoritarias y decadentes. En este sentido, Perceval considera que, en una sociedad democrática, "nos tenemos que sentir incómodos con ciertas opiniones".
