33 detenidos en varios países, 17 en España, muchos de ellos menores de edad

Golpe a la pornografía infantil y uno de los investigados más peligrosos se encontraba en Ciudad Real

La Policía Nacional, en coordinación con Europol, ha participado en una macrooperación contra la pornografía infantil en la que han sido detenidas 33 personas en once países, entre ellos España, donde se han practicado 17 arrestos de jóvenes que compartían material pedófilo en un chat de mensajería de móvil.

EFE

Ciudad Real | 10.12.2019 14:27

Según informa la Dirección General de la Policía, 14 de los 17 detenidos en España es menor de edad. Han sido arrestados en las provincias de Las Palmas (5); Madrid (3); Valladolid (2) y en Santa Cruz de Tenerife, Murcia, Valencia, Palencia, La Rioja, Cuenca y Salamanca, con una detención en cada provincia.



Además, cinco personas son investigadas en Madrid, y una en las provincias de Valencia, Guadalajara, Ciudad Real y Alicante. La edad media de los 26 detenidos de investigados es de tan sólo 22 años.



Los arrestados compartían material pedófilo junto a otros contenidos de violencia extrema, llegando a adjuntar emoticonos y otras animaciones junto a imágenes de abuso sexual a niños muy pequeños.



La mayor parte de los investigados tenía sus terminales de telefonía móvil a nombre de sus progenitores, por lo que ellos también fueron investigados previamente para descartar su implicación.



La Operación Chemosh, que ha durado 26 meses, ha sido llevada a cabo por la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Policía Nacional en colaboración con Interpol, EUROPOL y los cuerpos policiales de Costa Rica, Ecuador, Francia, Guatemala, India, Italia, Pakistán, Perú, Reino Unido y Siria.



Las investigaciones policiales comenzaron a raíz de una información procedente de la colaboración ciudadana recibida en el correo electrónico denuncias.pornografia.infantil@policia.es en la que se alertaba de la existencia de un grupo de WhatsApp, formado por menores de edad, en el que varios de sus participantes habían normalizado la existencia de la pedofilia y los abusos sexuales a otros menores.



En algunos de ellos participaban pedófilos extranjeros adultos que intercambiaban material de esta temática, lo que hacía más arduo el trabajo policial.






En la provincia de Ciudad Real, se encontraba uno de los más peligrosos de todos los investigados, un joven de 29 años que no sólo descargaba pornografía infantil de los chats investigados, sino que intentaba que otros usuarios de los grupos le dieran contactos de niñas menores de edad para acosarlas y obtener material. Fue arrestado tras contactar con un agente que se hizo pasar por un interesado en intercambiar contactos.