La casa del Deán Payarinos, la plaza de toros, el quiosco de la música del Bombé, Villa Magdalena, edificios de la calle Uría, El Rosal, Porlier, el diseño de la Calle Campoamor... el cambio que supuso el cambio de siglo en la fisionomía urbana ovetense es obra de Juan Miguel de la Guardia, que no nació en Oviedo, sino en Ontaneda, en Cantabria. Por eso, para reconocer su legado, Los Franciscanos propusieron nombrarlo Hijo Adoptivo. Lo que rechazó el equipo de gobierno local. ¿Por qué merece ese título? ¿Cuál es la importancia de su trabajo? El portavoz de Los Franciscanos, José Galán, nos trae a Felipe Díaz de Miranda, arquitecto, para explicarnos las influencias y la relevancia de los diseños del también urbanista de la Guardia. Son decenas los edificios que aún siguen en nuestra cuidad.