Se trata de su tercera publicación y según expresó el propio autor, tras dos años abundantes de redacción y corrección, pretende dar otro enfoque a la leyenda, en la que por cierto, el protagonista principal no es moro, lo encuadra como normando, tras las indagaciones buceando en el pasado, no le cuadra que sea musulmán.
Atesora las intrigas de un parte concreta de la historia del siglo IX durante la incursiones de los Vikingos en la península ibérica. La novela incluye personajes reales contemporáneos de la realeza. Todo lado más agresivo contempla también momentos de sosiego remozados con amor.
Por cierto, pese a intentarlo, no desvela el desenlace de la novela, que sigue en cierto aspecto la estela de la leyenda.
Pérez, publicó con antelación “Las islas vacías” y “Los imitadores”, analizando el cambio climático y una alegoría acerca de los adolescentes.
