El presidente de la comunidad energética Asoleyar, Ángel Pérez, nos cuenta que el proyecto está avanzado. Queda lo más difícil, "ponerlo en marcha", ironiza. Pero tras dos años de trabajo ya es una realidad, dice satisfecho. Los paneles solares que suministrará energía a los miembros de la comunidad deben estar instalados antes de abril de 2025, plazo que marca la subvención estatal captada. Hasta ese momento queda definir cómo se repartirá la energía o cómo se hará llegar a los hogares del poblado donde padecen pobreza energética. Porque el proyecto tiene una visión social, además de medioambiental.
Se estima que los vecinos adheridos verán rebajada su factura actual entre un 20 y un 30 por ciento, aunque los números aún no están hechos. Cuando los tengan, entiende Ángel, serán más los interesados. Ahora mismo son unas 40 viviendas, de las 200 que tiene el poblado. Y cuando ellos logren ponerlo en marcha habrá más barrios que se interesen por este concepto. En su contra juega que el concepto de comunidad energética es relativamente nuevo en Europa y a ellos les toca abrir camino.
El Ayuntamiento, con quien se han reunido esta mañana, es un aliado y miembro de la comunidad, y está ayudando a que salga adelante. Ya han confirmado que cederán los tejados del centro social y el centro cívico donde se instalarán los paneles solares encargados de proporcionar la energía.
