DEMOSTRADOR TECNOLÓGICO AVANZADO EN GIJÓN

Robótica colaborativa

CTIC desarrolla un experimento que anticipa un futuro que no está tan lejano. Un futuro en el que la tecnología ganará posiciones, pero eso no debe exigir que el ser humano sea relegado. Están probando una interfaz inmersiva que permite a un operario controlar a distancia un vehículo autónomo industrial como si estuviese dentro.

Guillermo Figueroa

Gijón |

Jimena Pascual, directora de innovación organizativa y social de CTIC, nos ha explicado cómo los vehículos autónomos (no tripulados) son una avance porque reducen riesgos, sobre todo en entornos industriales. Pero las máquinas no sustituyen la toma de decisiones de las personas, siempre que se pueda conseguir que estén dentro sin estarlo. Controlando vía remoto (tipo coche teledirigido) la máquina. La interfaz que han desarrollado le permite tener la interacción necesaria con el entorno propicia para actuar. Que funcione es lo que están comprobando ahora mismo en el demostrador tecnológico avanzado que tienen en sus instalaciones en el parque científico tecnológico.

Desde CTIC, nos cuenta Jimena, apuestan por una tecnología que se adapte a las necesidades de los operarios. Una robótica donde máquina y humano colaboran, reduciendo las brechas y barreras que pueden verse ahora mismo.

La iniciativa forma parte del proyecto MEDUSA. Hablamos de una Red de Excelencia Tecnológica que trata de redefinir la movilidad mediante el avance de la conducción autónoma a través de la Inteligencia Artificial con el propósito de mejorar la seguridad durante la conducción, tanto de las personas que viajan en el vehículo como del resto de usuarios de la vía. Esto pasa por desarrollar una red VANET 5G para la conducción autónoma que logra que los vehículos compartan información gracias a la estandarización e interoperabilidad de datos. MEDUSA está conformada por cuatro Centros Tecnológicos: IBV (Instituto de Biomecánica de Valencia), como coordinador, IKERLAN y TECNALIA -ambos del País Vasco- y CTIC.