Cuando Nacho recibe visitas y les lleva a ese entorno comprueba que la Universidad Laboral se vende poco fuera. En el mundo de los eventos y congresos sí tiene un nombre (ha sido reconocida como mejor espacio para celebrar reuniones por varias entidades, incluida Turespaña en la categoría de edificio histórico), pero parece que vive de espaldas a la ciudad, entiende Nacho.
Al volver a Gijón después de muchos años fuera, Nacho se ha dado cuenta de que tendríamos que vender mucho más este equipamiento, que funciona como una especie de "jarrón chino". Apuesta por integrarlo en el entorno de la Milla del Conocimiento, y también superar los localismos entre Gijón, Oviedo y Avilés, para aprovechar todo lo que tenemos.
No olvidamos la polémica que parece perseguir a la Universidad Laboral por su pasado franquista. Desde su rehabilitación a principios de los años 2000 (que costó 80 millones de euros) ese asunto debería estar superado, dice Zapico. Pelear porque sea patrimonio inmaterial de la Humanidad debería ser el gran objetivo.
