Recordamos que se trata de 6 sindicalistas vinculadas a CNT condenadas por un delito continuado de coacciones graves y de un delito contra la administración de justicia. Se consideran probados los actos de hostigamiento al propietario de un comercio (la pastelería La Suiza, en la Avenida de Schultz) en respuesta al problema que tenía una trabajadora embarazada de esa pastelería. Herminia, integrante del grupo de apoyo, asegura que la condena es injusta porque las concentraciones siempre fueron autorizadas y nunca tuvo que intervenir la policía. Creen que la sentencia sienta un peligroso precedente porque su objetivo, afirma, es "ser ejemplarizante" y "meter miedo a los trabajadores".
Sindicatos, diferentes colectivos y algunos partidos políticos han mostrado su apoyo a los sindicalistas y reclaman parar el proceso. Incluso se ha tramitado ya la petición de un indulto. Hacer sindicalismo "no es delito" y Herminia adelanta que seguirán peleando por unos derechos "conquistados". Las afectadas siempre han asumido que este momento podía llegar.