Julio y agosto se encuestó a más de 9.000 personas. La juventud de muchos turistas conlleva más inexperiencia y peor preparación. Crece el número de grupos que no portan mapas físicos, se adentran en rutas más comprometidas y en ocasiones, sin el equipamiento necesario.
La afluencia ha sido desigual ya que la zona de la Sierra de Guara registró menos aficionados que el Pirineo. Pese a que siempre hay comportamientos inapropiados, Marta Ferrer hace un balance positivo de la campaña ya que la mayor parte de la gente cumple y respeta nuestro patrimonio natural.