Las obras de la nueva piscina climatizada de Teruel se habían presupuestado inicialmente en 4 millones de euros. El proyecto arrancó en septiembre de 2019, pero a principios de 2020 los trabajos se paralizaron por la aparición de un cable de media tensión en el lugar donde se estaba construyendo. Por este motivo, la empresa pidió un 73% de sobrecostes que el ayuntamiento no aceptó, rescindiéndole el contrato. Una acción que terminó en los tribunales, que fallaron a favor del consistorio turolense.
Una vez resuelto el litigio, el ayuntamiento pudo volver a licitar las obras que han comenzado hoy. La alcaldesa de Teruel, Emma Buj, explicaba que "una vez se abran al público las nuevas instalaciones, la intención es hacerle un lavado de cara a la actual piscina climatiza que data de 1974".
Las nuevas instalaciones contarán con tres vasos, 172 butacas en el graderío, un gimnasio de 100 metros cuadrados, 9 vestuarios de los que 7 serán para los usuarios y dos para técnicos, árbitros y personal y un total de 53 duchas. El sistema de climatización será por energía solar y gas.
El concejal de deportes, Suso Artigot, ha añadido que las instalaciones de la piscina climatizada "son las más demandadas por los turolenses, incluso por encima de los campos de fútbol, ya que en la pasada temporada tuvo 67.466 usos y una media de diaria 246 usuarios".
