En el informativo también hemos destacado que las altas temperaturas, impropias para esta época del año, están acelerando algunos cultivos como los cereales de invierno. Si tradicionalmente los campos deberían estar verdes en mayo, ahora los encontramos secos. Por eso, la producción podría reducirse a la mitad en buena parte de Aragón. Los agricultores confían en que las lluvias puedan revertir la situación, pero, de momento, no hay previstas precipitaciones.