La previsión de intensas precipitaciones en forma de lluvia en el extremo sureste de la Cuenca del Ebro puede afectar a las cuencas de los ríos Guadalope, Matarraña y bajo Ebro.
Se pueden llegar a superar los 50 litros por metro cuadrado, por lo que la Confederación Hidrográfica del Ebro no descarta que alguna de estas crecidas sea puntualmente importante y de carácter súbito en barrancos y cauces con una vertiente de pequeñas dimensiones.
Los regantes de la zona aseguran que la situación está controlada y que el agua será muy bien recibida para los cultivos de secan.