'Más de uno Marbella'. Viernes, 22 de junio de 2018.
Ayer se desarrolló el tercer debate sobre el estado del municipio, una sesión plenaria convocada por primera vez en 2014 con el propósito de hacer balance de la gestión municipal durante los doce meses anteriores. Sobre el papel, según figura en el Reglamento Orgánico del Pleno y sus Comisiones del Ayuntamiento, debería convocarse una vez al mes, pero ni en 2015 ni en 2017 la hubo. Dicho esto, de la de ayer, se pueden plantear algunas reflexiones: lo que duró la intervención inicial, la de la alcaldesa, la única que no tenía límite de tiempo: una hora analizando delegación por delegación; la comparativa constante, obligada por otra parte, entre los diez meses que lleva el nuevo equipo de Gobierno y la etapa del tripartito, que gestionó el Consistorio en los primeros 60 días que se analizaban ayer; el primer reconocimiento de la regidora, que fue para el delegado de Hacienda, Manuel Osorio; los distintos adjetivos que acompañaron al concepto ‘moción de censura’: la conocida ‘moción traición’ de Izquierda Unida y Costa del Sol Sí Puede; la ‘moción de gestión’ de Opción Sampedreña; y la ‘moción solución’ del PP; y las distintas realidades planteadas según hablase el Ejecutivo o la oposición. Y como siempre, la tensión que protagonizó un nuevo pleno, con cuchicheos de unos y otros mientras los otros o los unos intervenían.