'Más de uno Marbella'. Miércoles, 13 de febrero de 2019.
El inicio de 2019 ha traído en Marbella un nuevo objeto de deseo de los amigos de lo ajeno. Año nuevo, picaresca nueva, si me permiten el chascarrillo. Porque aunque la oleada de los robos comenzó en diciembre, ha sido en estos 44 días del recién estrenado ejercicio cuando han proliferado. Están desapareciendo, se están llevando, los imbornales que se llaman; arquetas o rejillas de alcantarillas de las calles, para entendernos. De los aproximadamente 23.000 que hay en todo el municipio, en este dos meses han tenido que reponer más de 200. Lo ha hecho en concreto Hidralia, la concesionaria del agua en Marbella, que se ha gastado ya, haciendo la cuenta de la vieja, más de 40.000 euros. Pero es que a los cacos también les gustan las tapas de los pozos, las redondas y cuadradas, dependiendo de si son de agua, luz u otro servicio, que hay en mitad de las calles. Éstas son aún más caras. De éstas se han llevado medio centenar. Y por si fuera poco el perjuicio económico, está el de la seguridad; tanto la de los coches, que pueden meter una rueda en uno de los agujeros que quedan al aire; como la de los peatones.