La figura de Monseñor Rodrigo Bocanegra es un perenne a la hora de remontarnos a contar algunas entradas acerca de la historia de Marbella, y más concretamente, de aquellos pasajes que, sin duda, la marcaron bien por su dimensión, bien por la trascendencia que tuvieron. Uno de esos hitos episódicos fue el establecimiento en el Casco Antiguo de una suerte de industria delesparto, que empleó a más de trescientas mujeres, muchas de ellas de familias establecidas en El Barrio. Don Rodrigo no fue solo un cura de misa, sino que se imbricó en la comunidad local hasta convertirse en un personaje muy influyente
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La Marbella de finales de los años cuarenta principios de los cincuenta era, como el resto de España, un pueblo empobrecido tras años de guerra y de posguerra. Apenas si daba, a la gran mayoría de vecinos, para sustentarse con lo que daba la tierra y el mar. Y ahí fue donde Bocanegra vio una comunidad falta de recursos a la que urgía ayudar. Con referentes de lo que se estaba haciendo en otras diócesis, el cura atrajo la atención de relevantes autoridades del régimen para sufragar la implantación en Marbella de una industria artesanal del esparto, bajo el nombre de Patronato Social Virgen del Carmen, conocido también como El Esparto
Los historiadores
En esta recreación de lo que aquello resultó participan voces autorizadas de la historia local. Los historiadores Ana María Mata, autora además de una biografía de Monseñor Bocanegra, el Cronista Oficial de Marbella, Francisco Moyano, Antonio Luna, que conoce como pocos la intrahistoria local y atesora copiosa información documental, y el relato pormenorizado de ese apartado que sobre El Esparto hizo en su tesis doctoral la doctora en Historia Ana Rubia Osorio, "El primer franquismo en Marbella (1939-1959): de los años del Hambre a los años del Sol", que nos sirvió de base testimonial de este relato radiofónico