Podríamos haber dejado atrás un septiembre histórico en Marbella. Hay que esperar todavía unos días, pero si las cifras que han dado los hoteles de la ciudad son tal cuales, julio y agosto habrían sido destronados, algo que hasta hace nada se antojaba imposible, en el sentido literal de la palabra.
¿Cómo es posible ahora? Pues como resultado de un buen cóctel o de la alineación de los planetas: la meteorología; los precios; por supuesto, la Solheim; y también eso llamado los nómadas digitales, o sea, que muchos empresarios que antes reducían sus vacaciones a agosto porque era el mes en que cerraban sus negocios, ahora tienen un abanico más amplio que de momento se abre hasta septiembre.
Y no es que esto sea propiamente lo de la desestacionalización; eso habrá que verlo entre noviembre y febrero, dicen en el área de Turismo del Ayuntamiento. Pero por algo se empieza, sobre todo, si el comienzo es superar la ocupación, volviendo al principio, de julio y agosto