La singular meteorología de estos meses, la sequía si lo quieren más claro y fácil, además de los problemas obvios, está provocando reflexiones y sensaciones engañosas.
Una de ellas es que es como venimos de unos meses con una alarmante escasez de precipitaciones, en cuanto llueve algo, pareciera que ya nos estamos recuperando. Pero no. Porque en febrero ha caído agua, sí, sobre todo el día 9, sí, pero aun con todo, ha terminado el mes siguiendo la constante; por debajo de la media.
Otra es que, miren la gravedad de lo ocurrido entre octubre, noviembre y diciembre -aquí están los dos meses más húmedos de la historia marbellí-, que cayó menos de la mitad del agua registrada en febrero.
Una tercera es que no estamos teniendo invierno y ya no queda tiempo apenas para que lo tengamos, aunque tal y como está la meteorología, cualquiera sabe, claro. De momento, marzo ha empezado con un poquito de lluvia y con algo de fresco.
No parece tan difícil.
