Si no había quedado claro en estas semanas atrás que la finca de La Caridad, haberla recuperado, era una de las joyas de la corona de Ángeles Muñoz y el PP marbellí, ayer lo terminó de dejar meridiano el teniente de alcalde, Javier García. Los 81.000 metros cuadrados que ahora ocupan, entre otros, el recinto ferial de la “semana grande” sampedreña seguirá siendo municipal siempre. Con total seguridad. Vamos, que le faltó apostarse el su sueldo de un mandato municipal completo. No se venderá nunca, dijo. Quizá le faltó apostillar “mientras dependa de nosotros”, o sea, del PP.
Tampoco cambiará de nombre, parece ser. Siguiendo con los “quizá”, en este caso la memoria ha podido traicionar a estos micrófonos, a servidor en concreto, porque a nadie le sonaba ayer, cuando preguntamos al respecto, que se hubiera dicho en algún momento que la otrora propiedad de Roca se llamaría de otra manera.
Y ya que hicimos la pregunta, respondieron los munícipes con un argumento ciertamente válido; aquel de que no está mal dejar las cosas como se llamaron entonces para no olvidar la historia del municipio, lo que padeció esta ciudad.
Todo esto en el seno de un balance sobre la Feria de San Pedro Alcántara llena de parabienes y éxitos, para terminar de dar lustre a la joya.
No parece tan difícil.