El azar construyó ayer un curioso escenario en Marbella. Justo el día que se concentraba por segunda vez la plataforma que reclama los espigones para sus playas, un camión de basura volcaba de madrugada en la A7 provocando un caos circulatorio que tardó varias horas, muchas horas, demasiadas horas quizá en solucionarse.
¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Pues que son grandes carencias de la ciudad, unos debes de la lista Por increíble que parezca. Porque cuesta creer que en toda una Marbella del siglo XXI no haya unas vías de comunicación en condiciones. La autovía se convierte en una fila de coches interminables día sí, día no. Y claro, cuando hay algún siniestro importante, pues ya está el lío padre montado. Porque la otra alternativa, o sea, la AP7, primero, está mal comunicada con la antigua 340 y segundo, nunca sube la barrera y permite la libre circulación.
Y cuesta creer casi más que lo anterior que en la capital, o el emblema, de la Costa del Sol, no haya unas playas en condiciones o que ésas dependan, como defienden varios colectivos constituidos en plataforma, de unas obras que nunca llegan; o sea, de los espigones.