Pasó la Feria de Empleo de Marbella, la idea que tuvo Cristóbal Garre hace siete años y que, quitando 2020 por razones obvias, se ha desarrollado desde entonces.
Y si repite es que funciona ¿no? Aunque, haciendo de futurólogos, volvamos a no saber en qué medida, volvamos a no conocer el número de personas que entraron en el palacio Adolfo Suárez sin empleo y salieron con trabajo. Y si nos sorprenden, bienvenida sea esta equivocación.
Igual que las de la alcaldesa ayer, que volvió a confundirse, de nuevo embalada por los buenos datos de empleo de 2023. Pero no fueron los mejores de la serie histórica, desde que se tienen datos. En 2005, 2006 y 2007 los parados eran menos que los del año pasado.
Que la evolución es favorable, sí. Que en Marbella es donde más crece la economía, el número de empresas y de autónomos, puede ser. Pero lo otro, no. Son números. Aunque interpretándolos e interpretando lo que quiso decir, si le añadimos lo de la proporcionalidad, pues igual sí. O sea, que contando el aumento de población desde esos años hasta ahora, en tanto por ciento pudiera ser.
No parece tan difícil.
