Editorial

NO PARECE TAN DIFÍCIL. La aparente mutación de Marbella

Marbella muta poco a poco. Su gen vacacional empieza a cambiar por el de una ciudad en la que la gente quiere vivir, quiere asentarse y echar raíces.

Es una de las reflexiones que hacía ayer el Ejecutivo, con su portavoz al frente, a propósito de una licencia de obra concedida.

¿Qué cómo puede llevar una cosa a la otra? Pues así: el permiso es para una empresa que va a construir una guardería para niños extranjeros, lo que quiere decir que ya hay un residente foráneo en potencia, con hijos, que se va a instalar o ya está instalado en la ciudad. Porque nadie invierte una importante cantidad de dinero así como así, sin tener una cierta garantía en forma de estudio de viabilidad o similar. Y eso supone a su vez que a lo tantas veces oído de segunda residencia igual va a haber que ir quitándole lo de “segunda”.

Si recuerdan, la todavía concejala en funciones de Extranjeros, Remedios Bocanegra, lo ha repetido varias veces en este mandato municipal que ahora termina; que mucho ciudadano, sobre todo del centro y norte de Europa, que venía de vez en cuando, había decidido instalarse aquí porque con la pandemia -ya saben, ese epígrafe de las cosas buenas que nos dejó el Covid- se dio cuenta de lo bien que se podía vivir, trabajando aquí.

No parece tan difícil.

Alfonso Olaso

Marbella | 14.06.2023 10:43