Los trabajos comenzarán de manera urgente, se estima que duren nueve meses y tendrán un doble objetivo. Según explica el consejero de la Presidencia, Elías Bendodo, por un lado habrá de recuperarse toda la zona afectada por las llamas y por otro deberán ejecutarse trabajos para que evitar la erosión que pueda provocar la lluvia en el suelo quemado.
Las actuaciones se centrarán en evitar que las aguas propias de estas épocas ocasionen graves efectos erosivos y avenidas en las cuencas vertientes como consecuencia de la pérdida súbita de cubierta vegetal a causa del fuego. El actual estado del suelo podría también provocar la caída súbita de árboles afectados por el incendio.
El riesgo de fuertes precipitaciones es considerable en la zona.
Asimismo, los cauces que atraviesan el área dañada por las llamas desembocan en la costa malagueña, por lo que podrían verse afectadas por las lluvias tanto las personas e infraestructuras ubicadas en el perímetro del incendio como la costa malagueña aledaña, localizada aguas abajo de la zona incendiada.
Por su parte, el Gobierno central ha autorizado también actuaciones de emergencia para mitigar el riesgo hidrológico de los terrenos afectados por el incendio de Sierra Bermeja. El Ministerio para la Transición Ecológica invertirá cerca de un millón de euros en proteger la superficie afectada.
