Ese porcentaje se ha dado en los días fuertes de la festividad, entre el Miércoles Santo y el Domingo de Resurrección. Durante ese periodo la media ha estado entre el 90% y el completo. Algo menos ha sido contando los nueve días, desde el Viernes de Dolores: entre el 70 y el 85%. Son datos en cualquiera de los casos esperanzadores de cara al verano y que denotan que la ciudad atrae en este periodo, según considera la directora general del ramo, Laura de Arce.
Los periodos vacacionales del resto de Europa contribuyen a que haya también buena ocupación la semana de antes y la de después. En la primera, hubo mucho visitante británico; en la actual, son los turistas del centro de Europa y Francia los que están aprovechando su descanso.
En el resto de la Costa del Sol, los hoteles han estado a casi un 76% durante la semana completa, y a más del 80% en los días propiamente festivos. La mitad de los turistas han sido extranjeros, y la mayoría de éstos, europeos, según información de AEHCOS. La patronal también considera que son unos números buenos, por debajo no obstante todavía de 2019, y con un hándicap para los establecimientos derivado de la actual situación económica, cuenta el vicepresidente del colectivo, Javier Hernández.
