Las protestas que vive Perú desde el 7 de diciembre por la crisis política que ha sacudido al país han atrapado a un numeroso grupo de españoles y españolas que no pueden salir del país por el estado de emergencia decretado por el gobierno de la nueva presidenta Dina Boluarte para intentar reconducir la situación de descontento de los seguidores del depuesto presidente, Pedro Castillo.
Uno de ellos es Javier González, natural de Algeciras, que viajó al Perú por un voluntariado con su pareja para trabajar con la infancia de esa región peruana.
En una entrevista en Más de Uno Bahía de Cádiz y Más de Uno Algeciras han denunciado que no pueden salir del país y una situación de 'desamparo' por parte de las autoridades españolas.
Una situación que asegura Javier González que califica como "falta de soluciones efectivas" ya que los gastos de la prórroga de la estancia en el país corre de su parte. González relata que se han sentido amenazados en algunas ocasiones por la virulencia de las protestas que, según datos del Gobierno de Perú, acumulan ya 26 muertos. "Cuando se acerca un tumulto de personas, procuramos salir corriendo de la zona", asevera el entrevistado.
La conexión con su familia es diaria gracias a las nuevas tecnologías, dice, con una ayuda diaria de su familia que procura estar en contacto para tener noticias de ellos. "Nosotros nos informamos por las redes sociales y por los noticieros peruanos pero la información no es muy sólida", asegura diciendo que "esta situación la hemos aprendido a base de golpes".
"La situación es bastante dramática en algunas zonas", asevera Javier González, que dice que ya comienzan a salir poco a poco españoles y españolas dirección a otros lugares más seguros.
"Nos recomendaron que siguiéramos viajando"
Sobre la actuación del Gobierno de España en el Perú, Javier González dice que "no nos están dando muchas soluciones". "Un día nos dicen una cosa y otro día nos dicen otra", denuncia asegurando que siguen en Arequipa porque "les llegaron a recomendar que siguieran viajando".
Después del voluntariado vieron el sur de Perú pero dice que se hubieran vuelto a Lima el primer día: "Nos dijeron que si se ponía la cosa 'chunga' acudieran a las iglesias porque hay muchos monjes y monjas españolas", denuncia aseverando que les llegaron a decir que "no se perdieran museos en Lima cuando viajaran" o que si viajaban por vía terrestre "cogieran por la costa porque es más bonita".
