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La Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ de Extremadura dictaba acordar la imposibilidad material parcial de derribar la urbanización Marina Isla de Valdecañas.

No fue una explosión sino una fuga masiva de CO2 de un botellón destinado a la extinción de incendios en una habitación cerrada de la estación transformadora de electricidad de la presa del Pantano del Cíjara, la que causaba la muerte de un trabajador de 33 años, residente en Castilblanco y otros tres heridos, entre ellos el padre de la víctima mortal.

Hablamos de motor en la provincia de Pontevedra.