escopeta de perdigones

En Como el Perro y el Gato entrevistamos a Eva, una veterinaria residente en el municipio madrileño de Valdetorres del Jarama, que denuncia la muerte de Ámbar, su gato de raza bengalí que apareció en las inmediaciones de la vivienda muerto junto a otro gato fallecido, y con el collar GPS que portaba retirado. La necropsia de ambos animales y los estudios radiológicos muestran que fueron disparados, que no murieron en el momento y que tuvieron que soportar un dolor de "altísima intensidad" hasta su muerte.

No son hechos aislados. Bien lo saben en el Hospital del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat, Grefa, en Majadahonda, que atienden a decenas de aves, muchas de ellas especies protegidas, abatidas con armas de caza. En las últimas semanas, han aparecido muertas una cigüeña blanca, en Torres de la Alameda, y un busardo ratonero, en Navalcarnero. En Villarejo de Salvanés apareció un búho real, que se recupera de las heridas, pero que no podrá ser reintegrado en la fauna salvaje, como consecuencia de las secuelas provocadas por los 40 perdigones que atravesaron su cuerpo. No son hechos aislados.

Un niño de 14 años prestará declaración este lunes por la tarde ante la Policía Nacional acusado de haber disparado con una escopeta de perdigones en al menos dos ocasiones desde su ventana del barrio de Sanchinarro contra los viandantes que pasaban por la calle, hiriendo a dos de ellos aunque no de gravedad.