Los miembros de la Academia del Cine Europeo suelen votar apasionadamente. Lo demostraron en el año 2017 con todo el amor que derrocharon por 'The Square', la película de Ruben Östlund que le dio su primera Palma de Oro y que triunfó, después, en los EFA de aquel año. Ha pasado un lustro y el esquema se ha repetido de forma prácticamente calcada. 'El triángulo de la tristeza', la sátira sobre los ricos y sus caprichos dibujada por el director sueco, se hizo con el máximo galardón de Cannes en mayo... y ha arrasado en la ceremonia que se ha celebrado esta fría noche de diciembre en Reikiavik, la capital de Islandia. Östlund se lleva bajo el brazo los galardones de Mejor Película Europea, Mejor Dirección, Mejor Guión y Mejor Actor... en la piel del croata Zlatko Buric.
Y en medio de este paisaje marítimo, el que dibuja el yate milmillonario de 'El triángulo de la tristeza', el frío portuario islandés le ha dado algo de calor al cine español: casi un año y medio después de su estreno, 'El buen patrón' de Fernando León de Aranoa se ha hecho con el premio a la Mejor Comedia europea del año. "Le habéis dado el premio a las dos personas más serias del teatro", decía el cineasta en el escenario junto a su productor, Jaume Roures. La película cierra así un ciclo brillante, que pasó por su triunfo en los Goya, justo cuando 'Alcarràs' -que hoy se marcha aquí de vacío- intenta hacer lo propio de cara a febrero. Tampoco se lleva premio Penélope Cruz, que cede el galardón de Mejor Actriz a Vicky Krieps por 'Corsage'.
La ceremonia de los Premios del Cine Europeo ha sido larga como siempre, ha sido innecesariamente explicativa, pero nos ha dejado la frescura del maestro italiano Marco Bellocchio -premio a la innovación- o el homenaje póstumo a Juan Diego y Verónica Forqué, dos de nuestros mejores actores, dentro del In Memoriam. La carrera triunfal de 'El triángulo de la tristeza' no solo orilla a 'Alcarràs', nuestro Oso de Oro berlinés, sino al fantástico retrato que hace 'Close' de la amistad preadolescente, a la valentía gamberra de 'Corsage' o a ese retrato noir y feminista de las calles de Irán que se llama 'Holy Spider'. En un año para celebrar mucho se ha repartido muy poco... pero quizá que estos premios existan ya es justicia suficiente.