ENTREVISTA

Maryam Touzani: "No busco dar visibilidad a las mujeres, me interesa el ser humano"

Tras escribir y dirigir varios cortometrajes y documentales, la directora marroquí debuta en el largo con ‘Adam’, que ya está en los cines | Más cine y series, en Kinótico

Ana García Abad

Madrid |

En medio de esta segunda ola de la COVID, Maryam Touzani [Tánger, 1980] ha viajado hasta España a presentar su ópera prima. ‘Adam’ transcurre en la Medina de Casablanca y trata sobre la relación que surge entre dos mujeres. Una de ellas es Abla, viuda y madre de una niña, que tiene una pequeña tienda de repostería y es una mujer apagada y seria. La vida de Abla y de su hija, Warda, cambia cuando aparece Samia, la otra protagonista, una joven embarazada que está en la calle y que no tiene donde dormir. Samia va buscando un trabajo y un techo, y acabará encontrando ambas cosas en la casa de Abla. Con el tiempo surgirá una poderosa amistad entre las dos mujeres que les cambiará la vida para siempre.

¿Cómo está siendo promocionar la película en Madrid en medio de esta segunda ola de la COVID?

Estoy muy alegre de poder promocionar la película aquí, sobre todo porque tengo una relación bastante especial con Madrid. Viví en esta ciudad unos años, cuando era más joven y estudiaba. Luego me fui, luego volví… Es una ciudad a la que quiero mucho. Siento mucha emoción de poder estar aquí y presentar la película. Aparte de eso, creo que también es muy bonito sentir que, pese a lo que está pasando, la cultura sigue adelante, las películas siguen saliendo… Es algo esencial.

'Adam' llega a los cines este viernes. ¿Teme que la situación actual en la que vivimos, con toda esta pandemia global de por medio, afecte a su acogida por parte del público?

Soy una persona bastante positiva, naturalmente, y no sé si es algo bueno o malo en este momento, pero no quiero pensar en lo negativo que pueda ocurrir. La película sale y va a encontrar a su público, la gente va a tener la posibilidad de verla y ‘Adam’ va a existir con el público español. Sí que podría haber condiciones más fáciles, pero no es el caso. Es importante saber que estamos en este momento, que no hay otra opción y que hay que seguir adelante, con ánimo sobre todo. Hay que seguir creyendo en el cine y la cultura.

‘Adam’ está basada en hechos reales. Hace 20 años su familia acogió a una chica embarazada que huía de su pueblo. Estuvo con ustedes hasta el parto y después dio el niño en adopción y volvió a su casa. ¿Qué le supuso, como mujer, vivir de cerca esa historia?

Ese episodio fue bastante intenso. Yo tenía 22 o 23 años, volvía de la universidad… Comprendía lo que quería decir el hecho de ser madre o estar embarazada aunque no lo había estado. Me quedé con esa mujer mucho tiempo, pasé muchos días con ella en casa de mis padres, y sobre todo vi cómo se convertía en madre. Y vi a una madre que se veía en la obligación de abandonar a su hijo porque no tenía otra opción. Vi a una madre que sentía amor pero que intentaba negarse el hecho de sentir amor por su hijo, porque sabía hasta qué punto iba a ser difícil para ella seguir adelante y dejarlo atrás. Es algo que me marcó profundamente. Muchos años después nació la película de ‘Adam’, y nació también con mi propio embarazo. Lo que hizo que tuviera la necesidad de escribirla fue el hecho de sentir yo a mi propio hijo.

Cuando comenzó su trayectoria audiovisual, ¿sabía que tenías que contar esta historia? ¿O hasta que no se quedó embarazada no pensó llevarla a una pantalla?

Es algo que se quedó dentro de mí, sabía que esta mujer había sido muy importante y me había marcado, pero no sabía hasta qué punto. Durante años trabajé mucho en asociaciones con madres solteras en Marruecos, hice documentales donde les daba la palabra, porque para mí era muy importante que se les oyese… Pero esta historia en particular se materializó de otra forma cuando yo me quedé embarazada y comprendí, como mujer, como ser humano, lo que quería decir realmente el hecho de separarse de una parte de ti porque no tienes otra opción. Ahí es donde nació verdaderamente la necesidad de escribir esta historia.

Ha dirigido cortometrajes, documentales… ¿Cómo fue el proceso de querer dar un paso más allá y hacer una película? ¿Da vértigo contar una historia más larga?

Sí que... el hecho de pasar al largometraje... es un momento bastante particular, porque quieras o no, siempre tienes dudas, no sabes si estás lista… Al principio no me quería preguntar nada. A mí me gusta seguir adelante y no hacerme preguntas, no me gusta estar controlada por los miedos que pueda sentir. Pero sí hay cosas que te preocupan. La suerte que tuve es que yo tenía una verdadera creencia en la película que quería hacer, tenía amor por los personajes que estaba escribiendo y eso son cosas que hicieron que me sintiera capaz de seguir adelante.

¿Ha hecho la película que quería hacer?

Sí. Para mí era muy difícil, por ejemplo, volver a ver mis cortos. Era un sufrimiento verlos de nuevo en un festival. Sólo los veía cuando estaba obligada de verdad, era muy difícil. Pero con ‘Adam’, no sé por qué, no ha pasado eso. Cuando vuelvo a ver la película siento que era lo que quería hacer. Es un sentimiento raro pero es la verdad.

El año pasado ‘Adam’ fue seleccionada por Marruecos como candidata a los Oscar como Mejor Película de Habla no Inglesa. ¿Se imagina ganar un Oscar?

El hecho de que seleccionaran a ‘Adam’ para los Oscar fue algo muy bonito, nunca te imaginas algo así. Es tu primera película, es un sentimiento precioso y lo viví con mucha emoción. Toda la carrera de ‘Adam’ en los Oscar y en los Estados Unidos fue un periodo muy intenso. Me sentí feliz de que pudiese representar a Marruecos.

En 2008 escribió y dirigió un documental para el primer Día Internacional de la Mujer en Marruecos. A partir de ese momento se vinculó a una corriente feminista que no ha abandonado. A raíz de esta decisión, de dar visibilidad a las discriminaciones que sufren las mujeres árabes, ¿ha tenido que aguantar presiones o malos momentos?

No me he puesto como objetivo dar visibilidad. Ha sido un deseo que he tenido a raíz de las películas, de los encuentros, de lo que sentía a cada momento. Todas las películas con las que he colaborado, o en las de mi marido [Nabil Ayouch, director y productor], que son bastantes y algunas de ellas muy feministas, lo que he querido es dar voz a historias que me llegan al alma, sean historias de mujeres o no. El feminismo viene ante todo del humanismo, y lo que me interesa por encima de todo es el ser humano. Si te interesas por el ser humano y por dar voz, las historias pueden ser masculinas o femeninas. No estoy en un objetivo necesariamente feminista, sino en un deseo de dar voz a historias humanistas, que son de las que tengo ganas de hablar.

¿Confía en el cine como una herramienta que puede ayudar a que la sociedad cambie, avance?

Sí, sin ninguna duda. Para mí el cine es otra manera de vivir nuestra actualidad, de confrontarnos a nosotros mismos. El cine directamente pasa por la emoción, en vez de pasar necesariamente por el intelecto. Es analizar lo que vivimos de otra manera, desde la emoción. Creo que cuando una persona ve una película, está en una sala de cine, vive lo que vive un personaje durante hora y media o dos horas, está en la piel de ese personaje… Comprende más lo que esa persona vive. Saliendo del cine es más fácil preguntarse cosas, preguntas esenciales… Y de esas preguntas puede venir un diálogo, y de ese diálogo un cambio de perspectiva, de mirada. Un avance.

Después de ‘Adam’, ¿en qué proyectos vamos a ver a Maryam Touzani?

Estoy ya finiquitando el guión de mi próxima película, que empecé a escribir el año pasado cuando salió ‘Adam’. Aunque el guión está finalizado siempre hay cosas que preparar así que estoy completamente metida en ello.