ENTREVISTA

Dea Kulumbegashvili: "El cine está ahí para que la gente sienta, no sé si para que piense"

Hablamos con la directora de ‘Beginning’, la ópera prima de Georgia que triunfó en San Sebastián con la Concha de Oro y que ha llegado a las salas de nuestro país este fin de semana | Más cines y series, en Kinótico

Ana García Abad

Madrid | 06.12.2020 14:22 (Publicado 06.12.2020 14:18)

La directora georgiana Dea Kulumbegashvili, con los premios de su película 'Beginning' en el Festival de San Sebastián
La directora georgiana Dea Kulumbegashvili, con los premios de su película 'Beginning' en el Festival de San Sebastián | ONDA CERO
  • Este viernes 4 de diciembre ha llegado a los cines ‘Beginning’, la película que más premios ha conseguido en toda la historia del Festival de San Sebastián: se llevó la Concha de Oro a Mejor Película y también ganó los premios a Mejor Guion, Mejor Dirección y uno interpretativo para Ia Sukhitashvili, que fue Concha de Plata a la Mejor Actriz. Dea Kulumbegashvil [Georgia, 1986] debuta en la gran pantalla y ha generando un aluvión de críticas de todo tipo. Durante una entrevista con Kinótico, la cineasta profundizó en la película que la ha convertido en uno de los nombres cinematográficos del año.

Esta entrevista se iba a realizar de forma presencial en Madrid pero todo se torció por las restricciones antiCOVID y no pudo llegar a España. ¿Qué ocurrió?

Ha habido de todo, incluso una catástrofe natural cuando por fin cogí el vuelo de vuelta. Lo que ocurrió fue que me tuvieron casi 24 horas en el aeropuerto de Estambul, no me dejaban salir pero tampoco subir a un avión. Me llevaron a un sitio donde no tenía comida ni agua. Lo más triste es que hay situaciones en las que vemos que no hay ningún tipo de empatía, no eres un ser humano sino una estadística, un número más en la lista. Hay una especie de trato prestablecido y punto, empatía cero.

¿Cómo se está tomando el hecho de que el estreno de su ópera prima, que además ha sido todo un éxito, haya coincidido con esta pandemia global?

Es bastante extraño. La primera película de cualquier director, ya en sí, es algo muy emocionante y por eso estoy muy agradecida de que se estrene en España. Realmente me hubiese gustado estar ahí porque en el fondo es un acto de valentía en estos tiempos. Demuestra que tenemos que seguir con nuestra vida cotidiana, que no podemos pararnos y permitir que todo se detenga. Tenemos que seguir. Me hubiese gustado estar ahí y saludar y felicitar a los distribuidores en España, pero no he podido.

A pesar de la pandemia y todos los impedimentos, ‘Beggining’ ya está en los cines españoles. La película empieza con un ataque a una comunidad de Testigos de Jehová. Este conflicto provocará que se desmorone la vida de Yana, protagonista del largometraje y esposa de David, el líder religioso de esa comunidad. ¿Cuándo empezó a pensar en hacer esta película? ¿Cómo surge la idea?

Empecé en el verano de 2014, después de haber hecho mi primer cortometraje, que fue a Cannes. No sabía muy bien cómo afrontar esa nueva experiencia de estar en un festival, no sabía qué estaba pasando con mi vida. Antes de eso había estado en Nueva York, donde estuve estudiando, así que después de todo esto decidí volver a Georgia, a casa, supongo que para alejarme un poco de sitios en los que solo había cine y preocupaciones sobre el cine. Fui a ver a mi padre que estaba justo recibiendo la visita de unos parientes que se habían convertido hacia poco en Testigos de Jehová. Mi padre me contó que al convertirse, nadie quería ya tratar con ellos y nadie les ayudaba. Él se sentía muy mal con eso y empezó a llevarles en coche a donde rezaban y realizaban sus ceremonias. Me contaba que se sentía mal por el hecho de que nadie quisiera tratar con ellos, pero a la vez también tenía su propia opinión sobre que se hubieran convertido. Empecé a pensar mucho en ello, a juntar cosas, a reflexionar sobre los vínculos que se crean con los sitios en los que has nacido, sobre por qué uno puede sentir enajenación ante el hecho de que alguien se haya convertido en Testigos de Jehová… A raíz de todo esto fui escribiendo la historia que ha acabado en la película que tenemos hoy.

He leído también que es usted una persona muy perfeccionista, que se toma su tiempo para rodar cada escena y que confía poco en arreglar las cosas en postproducción. ¿Cuánto ha tardado en rodar la película?

Tuvimos 37 días de rodaje.

En varias entrevistas ha dicho que Yana, en otras películas, no sería un personaje principal... pero en ‘Beginning’ todo el peso de la trama recae en ella. ¿Cómo ha sido la construcción de su personaje?

Yana está dentro del mundo religioso, de una comunidad cerrada, y es además la mujer del líder de esa comunidad. Ya de por sí al estar dentro de los Testigos de Jehová existe cierto ostracismo y se limita incluso más su visión y lo que se le permite. Tiene un papel muy específico como ‘mujer del líder’. Recuerdo que la primera secuencia que escribí fue una en la que está de espaldas a la cámara y dice de manera muy tranquila: ‘Le maté’. Quería que esa toma fuese irritante y larga para el espectador, que pensara ‘tiene que explicarlo, tiene que decir algo más’, pero no. Ella no dice nada porque en cierta manera esto marca su momento, es el primer momento de su vida, el primero realmente suyo.

Yana sufre mucha violencia, tanto de manera explícita como de forma más sutil. ¿En algún momento ha tenido miedo por mostrar esta realidad que puede haber detrás de algunas mujeres pertenecientes a este tipo de comunidades religiosas?

Me preocupa que de repente la sociedad, por hablar de la violencia, se sienta bien, como si ahora fuésemos más guays. De repente nos preocupa mucho la violencia contra la mujer y pensamos que ya es un gran logro que se hable sobre ello, pero la pregunta que yo me hago es por qué no hemos hablado de ese tema durante tanto tiempo. Parece que en el cine es casi como si tuviésemos que pedir permiso para hablar de la violencia, para saber cómo hay que retratarla, cómo responder ante ella… Yo creo que es una responsabilidad y tenemos que llevarla como cualquier otro tema y con el peso que merece.

La directora georgiana Dea Kulumbegashvili, gran triunfadora del 68 Festival de San Sebastián
La directora georgiana Dea Kulumbegashvili, gran triunfadora del 68 Festival de San Sebastián | ONDA CERO

Desde el punto de vista cinematográfico, utiliza el formato cuadrado y unos planos muy duraderos. ¿Qué influencias hay detrás de su cine?

Tengo muchas influencias, será que soy muy fácil de impresionar. Cuando veo un cuadro, una película, leo un libro o escucho música, es como que se quedan conmigo mucho tiempo. Pienso que cada película de manera particular tiene que responder a sus necesidades, no se trata de que la historia ocurra y después, como la historia es así, tener que rodarla de X manera. Tienes que ir con lo que va dictando el momento. Yo por ejemplo tenía muy presente una sensación de pavor ante lo que pasaba en la historia y quería que eso estuviera muy presente en la película.

En ‘Beginning’ hay muchos planos fijos y largos, que pueden estar relacionados con su intención de que la película sea una invitación a observar. ¿Cree que esa observación puede provocar un cambio? Es decir, ¿confía en que su película sirva para asumir que hay ciertas cosas, en la relación religión-mujer, que tienen que cambiar?

El cine está ahí para que la gente sienta, no sé si para que piense. Igual ya están pensando y está bien, pero hacerlo de manera forzada creo que no.

En San Sebastián ‘Beginning’ se hizo con los premios a mejor guion, mejor directora y mejor película, además de llevarse la Concha de Plata a mejor actriz. Al haber triunfado tanto con su primera película, ¿cree que va a existir cierta presión de cara a su siguiente trabajo?

Obviamente los premios me hicieron muy feliz, sobre todo por el equipo, por toda esa gente que puso tanto empeño y esfuerzo en hacer la película, por verles celebrar y estar tan contentos. Pero como directora, soy muy consciente de que no todas mis películas van a ser recibidas y premiadas de esta manera. La verdad que si no me hicieran tanto la pregunta de si siento presión, ni lo pensaría. Sí es cierto que los premios dan ciertos apoyos que son muy importantes de cara al futuro, pero no por eso siento un enorme peso.

Hablando de su siguiente trabajo, ¿qué líneas le apetece explorar?

No quiero hablar mucho de mi carrera. Quiero seguir haciendo películas y seguir teniendo mi privacidad con el mundo que me rodea, seguir con mis equipos pequeños… Sí puedo decir que estoy trabajando en algo pero no me gusta hablar mucho de ello. Hablo lo mínimo y es sobre temas de financiación con cierta gente y ese tipo de cosas que implican los proyectos. Creo que no está bien hablar de algo que todavía no está hecho. Así que sí, estoy escribiendo y preparando algo pero poco más quiero decir.