Athletic Club y la Real Sociedad en La Cartuja de Sevilla es una final de Copa del Rey que revaloriza al fútbol vasco, un fútbol históricamente reconocible, de entidad y que tiene en el que enfrenta a los equipos de Bilbao y San Sebastián su derbi más clásico. Lo analizamos en El Transistor con Julen Guerrero y Gica Craioveanu.
Ambos exfutbolistas se quedaron con la espina de disputar una final es sus carreras profesionales por lo que reconoce Gica que hubiera dado "su pierna izquierda" bromeando, por estar en una. Guerrero más genérico asegura que hubiera dado "todo".
Ambos coinciden en que la gran espina de un día histórico como este es que no se vaya a poder vivir con las aficiones. Julen opina que la mayor experiencia en finales del Ahletic puede hacer que salga más enchufado al partido. Para Gica es verdad que la experiencia influye, pero cree que la ilusión de la Real, menos acostumbrada en este tipo de finales, contrarrestará esa experiencia. Además, cree que la Real "es un equipo más técnico y con más calidad".
Los dos se mojan con un resultado. Julen Guerrero se decanta por un 2-1 para el Athletic. Craioveanu se decanta por una victoria "sufriendo menos" de la Real Sociedad por 3-1.
Primera final de Copa entre ambos
Nunca se han medido Athletic y Real en una final de Copa, al menos con su nombre actual. Si bien en 1910 el conjunto vizcaíno ya ganó al guipuzcoano una final copera, aunque los donostiarras la jugaron con el nombre de Vasconia Sporting (1-0).
Pero la de este sábado será la final de las finales entre equipos vascos. Una cita que tiene tres precedentes. Además de la victoria del Athletic ante el Vasconia, los triunfos Real Unión de Irún -el primero con el nombre de Racing-, sobre el Athletic y el Arenas de Getxo en 1913 y 1927. Los dos también por 1-0.
Con esta final, rojiblancos y blanquiazules recuperan un tanto el protagonismo compartido en la década de los 80 del siglo pasado, la de los títulos de la Real y de los últimos grandes éxitos de un Athletic que, no obstante, lleva una década larga encadenando de nuevo grandes acontecimientos y reverdeciendo laureles.
