Alejandro Gómez ha sido uno de los mejores atletas del medio fondo español. Hace unos meses, le detectaron un tumor cerebral contra el que todavía sigue luchando: "Todo empezó de repente con un golpe en el coche. Noté dolor en la espalda, fui al médico y me dijeron que tenía un bulto en la cabeza".
"Ahora puedo ser independiente y eso es importante. Recibo un tratamiento y a la espera de que esto termine para estar mejor", cuenta Alejandro Gómez, que añade que los médicos "lo pintaron muy mal": "Pasé de estar razonablemente bien a estar muy chungo. Parece que mi forma de pelear estuvo ahí unos días y al final salimos del pequeño agujero".
El atleta también asegura que ahora no es tan feliz como antes y comenta que la enfermedad es "cruel" con cualquier persona: "Al ser conocido haces más campaña por los que no son conocidos, pero los médicos nos respetan igual. Esta enfermedad es así de cruel".
Además, ha contado la historia del maratoniano Diego García, que sufrió un paro cardiaco que le hizo morir en brazos del propio Alejandro Gómez: "Tuve la desgracia de que un amigo murió en mis brazos. Si yo tenía un hijo, le iba a poner Diego, y así ha sido".