Nuestra oyente tenía 15 años y su pareja 18 cuando comenzaron su relación, que pronto se convirtió en aislamiento, celos y control. Hoy, con 18 años está en terapia y sigue pagando las consecuencias de la pesadilla de su primer amor.

María (nombre ficticio), madre de adolescente maltratada, asegura que ella se dio cuenta de lo que estaba pasando antes que su hija. Observó cambios en su comportamiento, en sus actividades cotidianas, y todo se agravaba cuando, tras las discusiones, empezó a mostrar síntomas de ansiedad como palpitaciones, irritabilidad o molestias en el estómago.

En Te doy mi palabra contamos con el testimonio de la psicóloga Inmaculada Palencia, que afirma que, después de denunciar, se sientes impotentes porque en muchos casos la condena es una orden de alejamiento que los agresores se saltan con mucha frecuencia. Dice que no hay muchos sitios a los que dirigir a los maltratadores para que aprendan porque faltan muchos recursos.

Gabriel, oyente del programa, llama para dar su testimonio y contestar a Antonio, el hombre que cumplió seis años de prisión tras intentar matar a su mujer. Gabriel explica que él es hijo de un padre maltratador y que ha visto reflejado "en las palabras de Antonio, las justificaciones que daba su padre". Considera que los maltratadores no pueden reinsertarse, y que Antonio "será un maltratador toda su vida".

En nuestro espacio dedicado a la violencia machista, conocemos el caso de Antonio, un maltratador arrepentido que fue condenado a seis años y medio de cárcel por asesinato en grado de tentativa. Han pasado siete años desde que Antonio casi mata a su mujer y cuenta "que no reconoce al hombre que intento hacer aquello". Explica que en ese momento "tenía una dependencia amorosa que no controlaba", y que cuando su mujer le abandonó, sintió que él era la víctima y "sólo quería que ella sufriera y se sintiera culpable". El día que su pareja volvió para recoger sus cosas fue cuando Antonio intentó asesinarla, y relata qué se le pasó por la cabeza en esos momentos. "Pensé que sólo tenía dos opciones o matarla a ella o quitarme yo la vida", cuenta, y asegura que " necesitaba que ella sufriera para poder seguir adelante". Tras salir de prisión, "me convertí en otra persona", y "cuando miro hacia atrás y veo lo que hice , me siento un monstruo", asegura.

Esta semana en la sección ELLAS HABLAN contamos con la presencia de un hombre que prefiere dar su testimonio de forma anónima. Ha sufrido malos tratos por parte de su marido durante ocho años. Denunciarlo le resultó tremendamente complicado, y la sentencia sólo impuso una orden de alejamiento y una multa de 50 euros. También nos acompaña Isabel González, psicóloga forense y autora del primer estudio de violencia intragénero realizado en España. Isabel nos cuenta cómo influye la LGTBfobia en estas personas a la hora de denunciar a sus parejas.

En 'Ellas Hablan' tenemos el testimonio de Ana, que después de 14 años de malos tratos puso punto y final a su relación. Sus padres no la apoyaron cuando se lo contó la primera vez, alegando que había sido su decisión casarse con él, y de la Guardia Civil obtuvo la misma respuesta. Nos cuenta que su agresor amenazaba con estrellar el coche en el que ambos viajaban contra un muro, y ella aprovechó un semáforo en rojo para huir y esconderse dentro de un cubo de basura. Cuando le dijo que quería separarse, volvió borracho a casa y la amenazó con un cuchillo en el cuello. Eso fue lo que la hizo escapar por la noche con su hija.

En 'Ellas Hablan' contamos con el punto de vista de Jesús Grande, presidente del colectivo LGTB de Madrid, que denuncia la falta de protección de este colectivo en casos de violencia intragénero. "Se dan casos en los que la pena es sólamente una orden de alejamiento de 3 meses y multa de entre 30 y 50 euros", afirma. Grande defiente que lo que buscan es "un protocolo para estos casos" ya que dicen sentirse "un poquito abandonados porque no se contempla ningún tipo de actuación al respecto"

En Ellas Hablan tenemos como testimonio de un experto a un policía custodio que ha preferido mantener su anonimato. Lleva 11 años en la unidad y tiene a su cargo a 40 mujeres. Son pocos efectivos. Dedican mucho tiempo a valoraciones y a cuestiones burocráticas. A veces tienen que llevar a una mujer a una casa de acogida y no hay hueco, añade que "es habitual que tengas que trasladar a tres niños y no tengas sillas y tengas que andar pidiéndolas". Afirma que “es fácil cambiar una ley. Es fácil poner unas nuevas medidas pero luego hay que llevarlas a la práctica. Hay que tener gente para poder hacer todo eso”.

Una oyente nos manda una carta escrita a su maltratador e Isabel Gemio la lee para darle voz, en Ellas Hablan.